Habitaciones con personalidad propia.
En el corazón de Cádiz se abre paso esta casa señorial familiar reconvertida en hotel.
EL HOTEL
El Hotel
¡Historia, diseño y exclusividad!
Piérdase entre terciopelos, mármol damero, muebles con historia
y otros contemporáneos en pleno casco antiguo de la capital gaditana.
El estudio de interiorismo LUZIO, junto con la propietaria Ninfa Delfín, dan vida
a diez habitaciones con personalidad propia distribuidas en cuatro plantas
que giran en torno a un típico patio interior de las casas señoriales andaluzas.
Suelos de hormigón pulido negro, carpintería antracita, cabezales de estilo barroco,
lámparas de latón envejecido y cómodas antiguas.
La diferencia está en los detalles.
Un pequeño hotel diferente al resto donde nada se ha dejado al azar. Desde la decoración hasta un ambiente íntimo. Todo está pensado para que nuestros huéspedes puedan disfrutar de la tranquilidad que se merecen.
Disfrute entre sábanas de algodón egipcio de 300 hilos sobre colchones elaborados con seda y otras fibras naturales. Pierda la noción del tiempo en una de nuestras habitaciones con bañera exclusiva Devon & Devon que reinventa el placer del ritual del baño
En el corazón de Cádiz
Estamos en pleno corazón de Cádiz, donde podrá conocer a una de las ciudades más antiguas de Occidente y disfrutar de la gastronomía más sibarita o también, porqué no, de la más típica. Nos encontramos a unos pasos de las calles más comerciales y a tan solo 10 minutos de las playas gaditanas más espectaculares.¡Disfrútenlo!
Somos un destino en sí mismo para los estetas más exigentes. Lea sin prisas recostado junto a la librería de nuestro salón y despida el día en nuestra terraza privada.
El hotel y su leyenda
La masacre del 10 de Marzo de 1820
Aquel día hubo en Cádiz más de 60 muertos, 148 heridos y 362 robos, en un suceso que comenzó cuando las tropas abrieron fuego contra la multitud en la plaza de San Antonio. Uno de los heridos fue el famoso contrabandista “EL PÁJARO AZUL”, del cual viene el nombre de la bodega tablao antiguo y moderna arqueología inaugurada recientemente en la calle San Juan (al lado de la catedral y lugar de citas entre los 60s y 70s). Sitio prohibido en nuestra infancia.
El contrabandista herido de muerte se refugió en una casa al final de la calle Cánovas, fue protegido por una familia de bien. Abandonó el crimen del trapicheo y se dedicó a ejercer el bien. Se fue a las Américas y desapareció. Se piensa que el auxilio y su cura la recibió en el número 32 de la citada calle. En su emblema de contrabandista pegado a su vestimenta de monje lucía un lince…